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Mientras estaba frente al ordenador en la cocina, la zorra de mi hermanastra apareció comiendo un plátano y empezó a provocarme simulando que se mamaba una polla. Yo, obviamente, comencé a meterle mano, la puse a comerme la polla y acabé follándomela en todas las posturas por provocadora.
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Mi hermanastra estaba fregando cuando entré en la cocina y no pude evitar meterle mano. No era el momento indicado para ponernos a follar pero nuestros padres no estaban y no quería desaprovechar la oportunidad. Al final, acabamos disfrutando de uno de los polvos más inolvidables de todas nuestras vidas.
Mi prima siempre fue una tía bastante rara y por eso me costaba tanto decidirme a intentar follármela. Un día, noté que estaba coquetéandome. Entonces, me atreví a empezar a seducirla hasta que, de repente, me dijo que quería que me la follara sobre la mesa. Ese día confirmé que estaba definitivamente loca y que follaba como una reina.
Ninguno de mis amigos me creía que me estaba tirando a mi hermanastra y yo no sabía como hacer para convencerlos, así que se me ocurrió grabar este video XXX. Cuando se los enseñé se quedaron sorprendidos, no solo porque descubrieron que no les estaba mintiendo sino también porque no pensaban que mi hermanastra era tan puta y tan guapa desnuda.
Mi noche del sábado estaba por terminar de la peor manera y ya iban muchos sábados que me pasaba lo mismo. Esta vez, al menos me había preparado comprándome una muñeca hinchable para al menos imaginarme que tenía sexo con alguien. Por suerte, mi hermanastra me salvó de caer en semejante desgracia y apareció justo para que me la follara a ella.
Llevar a mi amiga a la casa de campo de mis padres fue la mejor idea que se me ocurrió jamás. Ninguno de mis amigos había logrado ligársela hasta entonces y yo estaba ante una oportunidad única, ya que estaba tan encantada con el lugar que ni siquiera tuve que seducirla ni coquetearla para conseguir follármela.
La jovencita morena sabe que no hay uno solo de sus amigos capaz de resistirse a sus encantos. Cualquiera de ellos estaría dispuesto a follársela pero su mejor amigo es el que, además de querer tirársela, está perdidamente enamorado de ella. Por eso, decidió cederle el honor de ser el primero en clavársela y esa tarde, en su casa, se dejó follar en todas las posturas.
Esta jovencita es de las tías más zorras que me he follado jamás. La guarra se puso loca apenas vio mi polla y empezó a pedirme que la penetrara. Después, me insistía todo el tiempo para que la cambiara de posturas, así que nos echamos un polvo muy completo en el que lo probamos casi todo.
Esta rubia cachonda es la vecina que todo hombre desearía tener. A la guarra le encanta exhibirse en el vecindario enseñándolo todo, y no son pocos los vecinos que ya se la han follado. El tío que se la tira en este video XXX es uno de ellos. Podéis ver como la pone a mil por hora comiéndole el coño y como después de follársela se corre llenándole la boca de leche.
Cuando mi hijastra me pidió que le hiciera unos masajes, me puse muy contento porque sentí que nuestra relación estaba consolidándose. Aunque en eso no me equivoqué, no supe ver sus intenciones, ya que lo que estaba buscando era calentarme y cuando me di cuenta pensé en que no darle el gusto y dejarla con las ganas podría ser peor que tirármela.
Mi colega invitó a una amiga al sauna para su cumpleños y se le ocurrió agazajarla ofreciéndole unos pastelitos. Mientras se los ofrecía, se le cayeron encima de su cuerpo. Yo, tímidamente, empecé a pasarle los dedos por el cuerpo para comérmelos poco a poco y la puse tan cachonda que acabamos follando.
Las provocaciones de mi hermanastra cada vez eran más constantes y evidentes. Hacía tiempo que me tenía loco, pensando en la posibilidad de follármela, pero sin embargo seguía resistiéndome hasta el día en que no pude más y me la follé. Desde entonces, nos ponemos a follar cada vez que estamos solos en casa.
La primera vez que mi novio y yo nos pusimos a follar frente a la webcam sentimos mucho morbo. Pensábamos que nos verían uno o dos chavales cuanto mucho, sin embargo, eran más de veinte los guarros que nos miraban mientras se las cascaban y nos decían las guarradas más increíbles. ¡Que tantos tíos me vieran el culo mientras cabalgaba sobre el rabo de mi novio fue una experiencia inolvidable!
