Dos mujeres culonas en busca de una polla
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La jovencita morena entró en la casa, pilló a la madre junto a un negro musculoso, se enteró de que se lo estaba tirando a escondidas del cornudo de su padre y, gracias a que el negro la convenció de hacer un trío para que se diera el gusto de disfrutar de su polla junto a la madre, desistió de la idea de contárselo al papá.
El representante del jugador de baloncesto negro lo citó esa tarde en su casa sin saber que se demoraría bastante por un atasco ni que su demora sería aprovechada por su esposa para hacerse follar por el negro hasta por el culo e iniciar a la zorra de su hija en el sexo interracial.
Después de que la madre de mi novia me provocara hasta lograr que me la follara, me puse a pensar en que follarme a las dos era demasiado agotador y que follándomelas juntas podría cumplir mi fantasía de hacer un trío, así que convencí a la madura de que se nos uniera mientras estábamos follando para hacer el trío de mis sueños.
La madre y la hija querían ponerse algunos piercings y aros pero no estaban dispuestas a pagar un solo céntimo, así que cuando el negro las hizo pasar detrás de la cortina, se ofrecieron como dos putas de esquina y el negro acabó follándoselas por turnos y poniéndolas a comerle la polla juntas.
La rubia madura se ligó a un negro con una tranca enorme, lo llevó a su casa para follárselo y, cuando estaba comiéndole la polla en pelotas en el sillón, su hija apareció de repente y a la madura no se le ocurrió mejor idea que invitarla a unirse a ella para compartir juntas su primera polla negra.
Mientras el chaval se estaba follando a la madura en todos los rincones de la casa, de repente la hija entró por la puerta y se calentó tanto con la escena que le preguntó a su madre si podía unirse a ellos y así fue como acabaron montando un trío de muerte.
Después de echarle un polvo a su novia, el chaval bajó a la cocina, se encontró a su suegra y la madura empezó a provocarlo para incitarlo a follársela, así que no tuvo más remedio que tirársela y cuando la novia bajó y los pilló, la madura tuvo que ingeniárselas para convencerla de que se les uniera para hacer un trío.
Menudo trío acabaron montando esta madre y su hija con el chaval que se ligó la madura pero, para follársela, le pidió que convenciera a su hija de hacer un trío. La madura nunca había tenido sexo con otra mujer y mucho menos con su hija, pero con tal de probar esa polla estaba dispuesta a todo y aceptó a la primera.
Sin llegar a ser una escort, la madura que vemos en este video porno de lesbianas ha ganado mucho dinero follando por pasta con unos cuantos clientes millonarios y, cuando su hija cumplió los 18 años, la inició en su profesion enseñándole a comer coños para deleitar a sus clientes haciéndoles buenos shows lésbicos incestuosos.
Puede ser que realmente no sean tía y sobrina carnales, pero no se puede negar que la madura y la jovencita se parecen un huevo. Las dos son bellas pelirrojas con unas buenas tetas y sobretodo comparten el gen del vicio por el sexo. La madura ya hacía tiempo que se ganaba la vida grabando porno casero con sus amantes y la curiosa jovencita siempre le andaba preguntando pero no se atrevía a pedirle que la dejara probar a ella. Así que el día llegó y su tía le trajo un joven con un pene bien grande para que su querida sobrina lo disfrutara como una putita.
La sorpresa que se llevó este chaval fue grandiosa. No solo se dio el gusto de follarse a una madre y a la hija, sino también de verlas interactuar como si fueran lesbianas. Follarse a dos mujeres juntas era su mayor fantasía, pero verlas tocándose y chupándose las tetas le gustó más aún.
La jovencita rubia estaba tan excitada que se puso a comerle la polla al novia en medio del almuerzo con su familia. Cuando la madre la pilló, no podía creer lo que estaba haciendo la hija, pero se calentó tanto que se unió a ella y acabaron montando un trío con el chaval.